Realiza un correcto mantenimiento de tus cerraduras y no te quedes fuera de casa este 2021.
Las cerraduras son una parte vital de la seguridad de cualquier hogar. Por ello, no está demás gastar unos pocos minutos en aprender cómo mantenerlas en buen estado. Hacer lo anterior, puede evitarnos el gasto de llamar a un cerrajero para cuando no podamos abrir la puerta por averías mecánicas, y con ello también evitar pagar una tarifa tal vez del mismo costo que comprar otra cerradura. De parte de expertos en reparación de cerraduras, aquí te dejamos algunos consejos para su buena conservación mantenimiento.
Aceitar correctamente las cerraduras
Para maximizar su vida útil, expertos en reparación de cerraduras recomiendan engrasar cada determinado tiempo los mecanismos que le dan fluidez de giro a la cerradura, de modo que evitemos se necesite demasiada fuerza para girar la llave, y si ya tienes este problema, engrasa tu cerradura para que problemas molestos como el de romper la llave cuando está dentro de la cerradura no te sucedan. La excepción a este punto es el cilindro de la cerradura.
Lubricar con grafito el cilindro
En el caso del cilindro se utiliza polvo de grafito para lubricar, no olvides este dato, ya que al menos en este punto de la cerradura nunca deberías de usar aceite. En caso de que no te sea posible conseguir polvo de grafito para cerraduras, pulveriza la mina de un lapicero y frota el polvo en la llave, después introdúcela y sácala un par de veces en la cerradura, de modo que el polvo de grafito se esparza dentro.
Cambiar de llaves
Ya sea por un uso brusco o por diferentes factores, las llaves llegan a deformarse. Cuando una llave se deforma, el metal también lo hace. Esto sucede normalmente en la cabeza de la llave. Lo anterior, además de necesitar usar más fuerza para abrir la cerradura, puede atorar la llave y romperla, con lo que requerirías llamar a un profesional en reparación de cerraduras.
Evita ser brusco con la cerradura
Las cerraduras están calibradas de modo que se puedan abrir fácilmente con su respectiva llave. El abrir la puerta con fuerza y azotarla daña y/o afloja las pequeñas piezas que forman parte del mecanismo de una cerradura. Por ello, evita cerrar tu puerta bruscamente, pues no solo podría dañar la cerradura, sino también las bisagras.